Este cuerpo no pesa (Guadalupe Sánchez) Taller de escritura de Eva Murari, Bahía Blanca

 

Marc Chagall


Este cuerpo no pesa,

se eleva.

Es una caja llena de secretos

que no se parece a ninguna otra.

Siente el calor, el susto, los olores.

No voy a prohibirle nada a este

cuerpo que flota y quiere volar.

Que sea puro, que sea real,

que no se pinte de ninguna fantasía.

Él, ella, es así: con arrugas,

dobleces, marcas, colores, olores,

pelos, granos, con su piel y huesos.

Con sus tamaños, su sonrisa y forma

de moverse.

No encarcelo a este medio de expresión

porque me niego a que lo priven de

su rareza.

Mi cuerpo y yo no somos

dos. Nunca lo fuimos.

Quiero seguir descubriendo sus misterios,

su figura reconocible, su arte.

Pero mi parte favorita de mi cuerpo,

es cuándo me lleva hasta el espejo

y me dice que me ama. Palabras

que me tatúo y no olvido.

Mi cuerpo es mi sello.

Mi cuerpo es impronta.


1.

Dije chau y me fui a vivir a la niebla.

Arrancarme esta piel de huracán,

cortarme la catástrofe de raíz.

2.

Quise equipararme de niebla

y acomodar el cuerpo en ella.

Exhalar cierta ausencia.

Anhelé que las grietas que separaban

mis tierras (y los lagos y los montes...)

se cubrieran de niebla y tapen las heridas

de guerra.

3.

Pedí convertirme en niebla.

Mirar con ojos de grandeza

a las almas rotas que suplican entrar

por la puerta. Calmar con presencia

huecos desgarrados.

Respirar ausencia,

exhalar presencia.

Quedarme entre los rincones

de cuerpos fríos, ser hogar

de la persona que no encuentra dónde

caerse. Que pisen con los pies descalzos

y confíen en mi como navegante, como

amparo, como brisa fresca.

4.

Fui instante y niebla.

Pude ser en el momento,

una nube que acariciaba

y sostenía a los guerreros caídos.


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