Me gusta cuando el pelo vuela al viento.
Mi pelo cobre, es lindo verlo volar,
Aunque siempre se esponja después de mojarlo.
No era así cuando primera y única,
-Cabe decir-,
Hija yo fui.
Lo bueno de crecer, quiero creer
Es aprender como volver a nacer.
Nacés con dieciséis,
Nacés con pelo azul,
Con nuevos pensamientos;
Pero no querés deshacer lo que una vez fue,
Tampoco querer rehacer.
Sólo volver a nacer.
Creo que la última vez que volví a nacer
Vi la monstruosidad de mis manos.
Es tan impactante saber todo lo que pueden hacer;
Tocar, dibujar, escribir, pintar, estrechar otra,
A veces hasta bailar.
Nadie dijo que una monstruosidad tenía que
Necesariamente ser mala.
Pero aunque físicamente mis manos a veces sean
De verdad monstruosas,
Son mías, y las amo.
Me gusta cuando vuelvo a nacer,
Y me doy cuenta que aún tengo que hacer puntitas de pie
Para alcanzar cosas de la alacena.
Creo que es una monstruosidad horrenda,
Asquerosa.
Me gusta exagerar.
Pero sé que si no pudiera hacer puntitas de pie
Existen cosas muchas cosas que no alcanzaría.
No aplica sólo para el chocolate que esconde mamá
En la parte más alta de la alacena.
Hay una infinidad de pensamientos que pasan
Por mi mente, todo el tiempo;
Ninguno parecido,
Todos diferentes,
Con diferente sentir.
A veces me asusto,
A veces lloro,
A veces me rio,
A veces canto, bailo, corro, hablo…
Y carajo, que hablo de verdad;
Sólo en casa.
Si no siento confianza puedo disfrazarme fácil
De pared, y ahí…
Otra monstruosidad.
Y esa si le hace honor a lo que para todos
Significa la palabra.
Me gusta dormir.
Perdón.
Me gusta dormir poco
Ahora sí.
Pero nunca duermo poco.
Tengo una especie de amor y odio con dormir.
Siento que gran parte de mi día se va cuando duermo.
Antes quería que el día tuviera menos horas,
Ahora quiero que tenga al menos dos más,
Porque ni en la madrugada recupero
Las que perdí durmiendo.
Soy un monstruo si de dormir se trata.
Casi siempre mi mirada está cansada,
Pero lo oculto a carcajadas.
No resulta convincente
Una mirada cansada y una carcajada,
Pero las hago propias de mí.
Soñar pequeños sueños
Me gusta.
A veces me vuelo soñando
Y me vuelo demasiado.
Pero me gusta más volar
Cuando alguien sueña un pequeño sueño
En el que estoy yo.
Aunque no seguido me lo dicen,
Tristemente puedo admitir.
Música, es parte de mi
Qué más puedo decir.
Nunca se puede concluir bien
Si se deja de lado la buena música.
Me resulta escalofriante cuando
Las voces resuenan junto al ritmo
Una y otra vez, hasta que las tarareo
Día y noche;
Convirtiéndome en un sonido molesto en donde este.
Creo que para vivir conmigo
Se necesita mucha paciencia.
A veces pinto los días con
Limones, naranjas
Y otras cuantas variedades de cítricos.
Pero también hay días en donde simplemente
No los pinto.
Esos días siempre quedan en mi mente
En distintos matices de grises.
A veces callada,
A veces alocada,
Siempre con música,
Con o sin fantasmas,
Naciendo y renaciendo,
Siendo y queriendo,
Buscando y encontrando,
Bailando y cantando;
Pero en sí, creo que voy.
Casi siempre celebrando lo poco y mucho
Que soy

Comentarios
Publicar un comentario