No sé quién recibe más golpes (Joaquín González Bernardi) Instituto Garicoits de Martín Coronado

 

Epidermis

No sé quién recibe más golpes,

si mi cuerpo o mi alma.

 

No sé qué verá el resto al ver mi superficie,

porque nunca ven hacia adentro.

 

Yo quisiera volar y mi cuerpo no quiere.

Solo me permite caminar sin un rumbo.

 

Mi piel es la capa protectora de mis aventuras,

pero ella no es irrompible.

 

Coinciden en que ambos son frágiles.

Somos un cuerpo, un alma y una mente.

 

 

Coincidimos en que cada uno necesita del otro.

Pero juntos no sé que somos.

 

Si ni nosotros sabemos qué somos,

¿Vos pretendés decirme qué soy?

 

Quisiéramos ser como el resto,

pero no lo somos y estamos contentos/as por eso.

 

Creyeron que juntos éramos un animal,

intentamos parecerlo pero odiamos ser domesticados.

 

Vivimos fingiendo,

vivimos sin reglas, sin mandatos, sin biblias, sin tu opinión.

 

Mi cuerpo es de géminis, mi alma de libra

y yo de tauro.

 

Tenemos gustos distintos, nos peleamos

y nos enojamos entre nosotros.

 

Y vos quién sos, nos dicen, y no sabemos qué decirle

porque no me creerían si les digo la verdad.

 

Lo que soy, lo que somos

no entra en ningún diccionario humano.

 

No, no somos extra terrestres,

somos una bestia en plena manifestación.

 

Somos una bestia que durmió durante años,

somos una bestia que comemos bombas antes de explotar.

 

Somos las bombas que comemos,

somos las bombas ya explotadas.

 

Somos lo que ya desapareció,

y lo que recién nació.

 

¿Qué soy? No sé.

creo que soy piel en carne viva.

 

O mejor dicho soy la bestia que tengo atrapada en la garganta.

Mi bestia ya se escapó.

 

 

La Ropa

¿Qué pasaría si rompo las reglas?

¿Qué sucedería si no cumplo con lo que quieren?

 

Nos obligan a ser iguales desde pequeños,

en los colegios con los uniformes.

 

“Los niños que nacieron biológicamente del sexo masculino

Sí o sí con ropa azul, roja, naranja y negro”.

 

“Las niñas que nacieron biológicamente del sexo femenino

Sí o sí con ropa rosa, celeste y amarillo”

 

“Los niños son “campeones” y las niñas “cocineras”.

Los hombre van a la guerra y las mujeres cuidan a los niños/as.”.

 

Así nos criaron, y aun no cambió nada. Se siguen reproduciendo

y perpetuando los estereotipos de género desde la infancia.

 

Me cansé del azul y el rojo, al igual que una princesa se cansa de esperar a ser salvada por el príncipe, por lo que decide salvarse y salir del castillo.

 

Me cansé de usar la ropa que pretenden que use,

por nacer biológicamente hombre.

 

Si me pongo una pollera me ven como revolucionario,

pero no debería ser así, solo quería usar una pollera.

 

Los estereotipos nos persiguen.

Y nosotros los perseguimos a ellos.

 

Quieren que sea un azul o un rojo,

Y yo quiero ser multicolor.

 

Quiero usar la corbata de sombrero, las medias de guantes,

los anteojos como anillos y la remera como pañuelo.

 

Pero ellos dicen que esto está mal, que yo estoy mal.

Quisiera vestirme como un dragón y poder volar.

 

Quisiera no usar nada,

Quisiera usar todo.

 

No sé qué quiero ponerme hoy,

Pero no quiero usar lo mismo que vos.

 

Hogar

Existen muchísimos hogares

en la vida de un ser Humano sin memoria.

 

Vivimos en un mundo con patrones repetidos,

nos construyen casas frías, lisas y fotocopiadas.

 

Ladrillos cuadrados, ventanas cuadradas, televisores cuadrados

y mentes cuadradas.

 

Los colores no se mezclan, todas las cerámicas son iguales,

todas las casas se repiten.

 

Construyen casas sin puertas,

para que no podamos escapar.

 

Nos hacen creer que nuestra casa es nuestro único hogar,

y esto debe cambiar.

 

La naturaleza también es nuestro hogar,

nuestra familia y amigos/as también son nuestro hogar.

 

Cada uno crea y construye su hogar,

al igual que cada uno crea sus alas para poder escapar de él.

 

De eso se trata, creamos nuestro hogar

para luego huir y encontrar otro.

 

Como nosotros mutamos,

nuestro hogar también.

 

La naturaleza también es nuestro hogar,

y es por eso que debemos cuidarla.

 

Nuestro cuerpo es nuestro hogar,

y es por eso que no debemos llevarlo a una guerra contra dragones.

 

Debemos cuidar nuestros hogares

y crearlos como nosotros queramos.

 

Nosotros decidimos quien entra a nuestro hogar,

si la luz del sol o la oscuridad de la luna

 

Nosotros decidimos como decorar nuestro hogar,

si con CD rotos, o fotos tuyas salvando a un cocodrilo mutante.

 

Nosotros decidimos por donde escapar de nuestro hogar,

si es necesario.

 

Porque si te querés escapar,

es porque ya no es tu hogar.

 

 

El Entorno

Muchos tenemos el privilegio de elegir el entorno,

Si vivir con dragones o sapos, mariposas u hormigas, serpientes o cocodrilos.

 

Yo he tenido el placer de vivir con luciérnagas que iluminan mis caminos,

pero en esta vida sin rumbo me he encontrado con muchísimo dinosaurios.

 

¿Cómo sería mi mundo ideal?

Sería con dinosaurios mutados.

 

En la actualidad estamos rodeados de dinosaurios, no hay que exterminarlos,

sino que hay que modificarlos.

 

Mi entorno creo que es sano,

pero a veces quiero escapar de él, para extrañarlo y luego volver.

 

 

Un entorno ideal sería uno lleno de seres que cambien constantemente

y se respeten siempre.

 

Un entorno ideal sería uno en el que nadie sea invisible

pero a la vez todos lo seamos.

 

Un entorno ideal sería uno sin críticas destructivas

pero que sí tenga comentarios de amor.

 

Un entorno ideal sería uno sin murallas

y con muchísima expresión y diversidad.

 

Un entorno perfecto,

no es un entorno ni sano ni ideal.

 

 

 

El Mundo

Nuestro mundo infinito,

pero en peligro de extinción.

 

Cielo de distintos colores,

tierras con distintas formas.

 

Vivimos miles de bestias diferentes

pero nuestra especie quiere ganar una lucha innecesaria.

 

No conocemos las profundidades de las bestias que no respiran oxígeno

pero los restos de nuestras creaciones sí.

 

Nuestro mundo está muriendo,

y yo quiero salvarlo.

 

Nuestro mundo está muriendo,

y yo soy parte de este asesinato.

 

En nuestro mundo hay diversidad,

miles de especies, de aguas, de sorpresas.

 

En nuestro mundo no hay límites,

y ese es el problema

 

En nuestro mundo creemos que no hay límites,

y ese no es el problema.

 

Nuestro mundo es bello,

pero mi especie le está robando sus colores.

 

Nuestro mundo es infinito, me contaron historia sobre su fin

y siempre se vuelve al mismo lugar.

 

Nuestro mundo me habla,

Lo hace llorando y lamentando.

Nuestro mundo me abraza y me deja escapar,

hacia el país de nunca jamás.

 

Nuestro mundo me susurra

contándome su secreto.

 

Nuestro mundo tiene miedo,

de ser la próxima víctima.

 

Nuestro mundo está cansado, quiere descansar

pero tiene miedo de nunca despertar.

 

 

Joaquín Bautista González Bernardi

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