Poemas / Lucas Fernández, Liceo 1, CABA



El árbol me dijo
A través de mi ventana,

una ventana con los marcos color blanco,

vidrios un poco empolvados,

sin cortinas porque han sido lavadas

y jamás fueron vueltas a poner.



De día, veo ese gomero con hojas verdes,

ese tronco marrón,

ese árbol frondoso con ramas inmensas,

tan inmensas, que hasta llegan al techo de casa,

lleno de pájaros y pajaritos, loros y palomas,

silbando esas dulces melodías,

que me dan paz y me despiertan al cantar.


Pero de noche,

el árbol me dijo sin decir una sola palabra

el monstruo que es , cobrando vida.

Sus ramas ahora son brazos,

los pájaros, ya no existen.

Ahora son las ramas,

que con el fuerte viento las hace crujir,

e ir de un lado a otro.


Y esa paz, esa dulce melodía,

pasa a ser una melodía tenebrosa,

que da un ambiente triste y escalofriante.



La ciudad que sueño

Oh, bendita ciudad

Abro la puerta color negra,

lo que antes era un mundo de personas,

hoy es un desierto.


Oh, bendita ciudad,

la ciudad que sueño está cerca de ser así.


Todos los pájaros del mundo.

pájaros y pajaritos silbando sin parar,

extendiendo sus alas al volar,

que tristeza la que cargo yo,

encerrado con mis alas sin poder volar.



Carta abierta a los ríos y los mares
Rios y mares, mi carta les va a llegar,

esta será diferente ya que abierta ha de estar,

aquí les diré mis deseos,

de algunos unos años para acá.



Carta para mí mismo dentro de 20 años
Encerrados hay que estar,

para que no se expanda más...

lo impensable ha llegado…..

en mi ante ultimo año,

desde casa hay que estudiar.

Las calles son un desierto,

ganas me sobran para poder salir allá.

Esto es algo nuevo,

jamás pensé que iba a pasar.



Dije chau

Y me fui a vivir a esa casa

que el bendito sol me ha guiado.

Subí las escaleras,

me paré en ese gran ventanal,

y expresé lo que tanto anhelaba.


Dije chau

Y me fui a vivir a la casa de mis sueños.

La encontré.

Ahora soy yo,

soy felíz.

No pediré por mí,

pediré por todos.



Dije chau
Y me fui a vivir a esa casa.

Sentía el afán de estar aquí,

donde los problemas no existen,

donde puedo ser una mejor persona,

ser lo que realmente soy.

Pararme enfrente del ventanal,

sentir ese viento,

esa paz,

esa sensación única,

por lo que he venido aquí. 

Comentarios