Ventana y Revindico mi derecho a ser una flor marchita /Tamara Karnapolski / Colegio Tarbut, CABA

Miré por las ventanas de mi alma
La ventana de mi habitación
a la ventana del vecino
que miraba, hipnotizado,
La ventana de los demonios
(Así le dice mi abuela a la televisión).
Abrí la ventana y dejé pasar el viento,
la ventana que une la tierra con el cielo.
Y mis labios se convirtieron en ventanas de mi voz,
que empezó a entonar, suavemente,
esta canción.


Tamara Karnapolski. Tarbut, CABA.


Revindico mi derecho a ser una flor marchita

¡Yo, yo sueño destrozado!
Alejado del río y el sol
Pétalos que un día tuvieron color
Yo, hija de mi madre y de las abejas
Viejo testigo de un verano olvidado
Reivindico mi derecho a ser una flor marchita.
Ni adorno, ni basura, ni perfume, ni chocolate
Yo, recuerdo de mi grandeza, harapos que una vez fueron un vestido
Lienzo de mi cuerpo, pintor de mi quietud
No quiero más títulos que encajar
No quiero preguntas ni cejas arqueadas, ni el nombre justo que me reserve ninguna ciencia natural
Yo, ajena a las estaciones
Molesta, silvestre, gastada, harta
Reivindico mi derecho a ser una flor marchita y que los otras sean coloridas y vibrantes
Que las rosas sean rojas, las violetas azules, las margaritas blancas, los lirios amarillos
Yo solo llevo las prendas de mis cerillas, el rostro de mi mirar, el tacto de lo escuchado y el gesto avispa de besar

Y siete arrugas, setenta y siete arrugas, ¡qué digo! setecientas setenta y siete arrugas, señal de que pasa el tiempo y todo cambia
Mi ejercicio de reinventarme con cada luna
Mi ser yo, mi ser yo entre tanto parecido, entre tanto domesticado, entre tanto ahogado y fertilizado
Otro nuevo título que cargar, nuevos rincones para inventar
Yo encorvada, empequeñecida, seca
Germen de la aurora encantada de la que no pide más permiso y está rabiosa de luces, colores, y que todos sean iguales en su deseo de ser diferentes
Solo mi derecho vital a ser una flor marchita o como me llame o como me salga, como me pueda el deseo y las fucking ganas
Mi derecho a explorarme, a reinventarme, a hacer de mi mutar mi noble ejercicio
Veranearme,
Otoñarme,
Invernarme los pétalos,
las ideas,
las hojas,
toda el Alma,
Amén.

Tamara Karnapolski, CABA

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