Desde la ventana las calles se muestran vacías, mientras los perros ladran. Casi no se encuentran flores por lo que veo pero si varios árboles, lo cual sus hojas siguen la dirección del viento.
Mi sensación al ver las calles es de pasar un rato afuera, por supuesto. En cambio ahora solo me queda concentrar mi mirada sobre las cosas que casi nunca presto tanta atención
Claro ejemplo son: los árboles, las nubes, el sol, la luna y las remodelaciones de las casas vecinas que logro ver.
Si hablo de los árboles, mis favoritos son los que tienen un color rosado, como los árboles de Japón los llamados cerezos, cerca de mi ventana no se ven obviamente, aunque puedo verlos en dramas asiáticas.
Cerca de donde vivo una casa está pintada con un blanco y aparte tiene un medio color amarillo suave, lo que se ve algo medio raro desde mi vista.
La luna, tampoco están visible, sería mucho mejor si estuviera más cerca para apreciarlo de mejor manera, aunque podría chocar contra nosotros, en apreciar por lo menos un segundo lo grande que es, sería sumamente hermoso.
De las nubes, lo que más me llaman la atención son sus distintas formas de cambiar o cada vez que se mueven, podría quedarme toda la tarde mirando las nubes sinceramente, si solo tendría tiempo o el clima no fuera tan frío.
En cuanto al sol es como si fuera una estrella más grande, mas caliente y más resplandeciente alumbrando los días
Florencia Ramos
Edad: 14 años
Escuela: Instituto Barrio Marina
Localidad: Castelar – Partido de Morón – Prov. de Buenos Aires
Coordinadoras: Laura Brunelli y Paola Reta
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